lunes, 25 de febrero de 2008

Los videojuegos que del universo nippon (segunda parte).

Bishojo games, un poco de historia.

Los juegos bishojo comenzaron a aparecer en Japón al comienzo de los días de la computación personal. Se puede decir que el primer juego de este género comercializado en Japón apareció en el año 1982 y fue Night Life de la desarrolladora Koei (Koei). Al comienzo casi todos los juegos eran de tipo pornográfico. A pesar de todo, los primeros juegos bishojo no fueron demasiado populares y sus gráficos estaban limitados a 16 colores o menos.

Un juego que se destacó notablemente fue Tenshitachi no gogo (1985) de la compañía Jast, el precursor de los simuladores de citas modernos. En comparación con otros bishojo de aventura de la época, éste tenía un grado de detalle del cual los títulos anteriores carecían. Éste fue también el primer videojuego bishōjo en utilizar de forma reconocible el estilo artístico del anime moderno: los personajes poseían grandes ojos y narices y bocas muy pequeñas mientras que el resto del cuerpo mantenía proporciones básicamente normales, características que hoy poseen prácticamente todos los juegos del género. Antes de 1985, las chicas eran dibujadas generalmente con proporciones normales de un adulto.

En cuanto a terminología se refiere, los juegos pornográficos bishojo son frecuentemente catalogados como "juegos hentai" en Occidente, pero este término no suele ser utilizado en el idioma japonés. Sino que se les suele llamar con frecuencia ero-games, o eroge.

Con el paso del tiempo algunos juegos llegaron a incluían elementos de dominación y brutalidad. Este tipo de videojuegos llamó la atención nacional en Japón en 1986 con el lanzamiento de 177 de la desarrolladora dB-soft, un juego en donde el protagonista representa a un violador. 177 ,cuyo nombre corresponde al número de la Ley japonesa que criminaliza la violación, no fue el primer juego diseñado utilizando esa premisa, aunque a diferencia de otros predecesores este contenía escenas inusualmente explícitas. Por ello el juego causó debate en el Parlamento japonés y fue eventualmente recogido y vuelto a lanzar en una versión donde se removieron la mayoría de las escenas controversiales.

Por otro lado el contenido pornográfico de los videojuegos bishojo y ero-games está regulado por la EOCS (Ethics Organization of Computer Software), esta organización se encarga de clasificar el contenido de los videojuegos dentro de la industria japonesa. La pornografía esta prohibida en todos los títulos para videoconsolas, y a los juegos de computadora se les asigna una clasificación especial alertando sobre su contenido e indicando el público al cual va dirigido (aunque realmente si fuera así lo clasificarían por grado fumades cerebral). Y como se ve en la totalidad de los juegos galge, al igual que la mayor parte de la pornografía en Japón, las imágenes explícitas son normalmente censuradas.

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