lunes, 3 de marzo de 2008

Jenga!! para Nintendo Wii.

Es así como Atari, de las manos de los desarrolladores de Atomic Planet Entertainment nos ofrece su particular versión de Jenga en videojuegos, con un título que básicamente pretende emular las condiciones de este adictivo juego de mesa, pero que a duras penas lo logra.

La diferencia con el Jenga de mesa tiene que ver con que en este titulo se agregan algunos “efectos” alrededor de los bloques y además de escenarios de diferentes estilos, es así como en cualquier momento se puede presentar un cambio donde nuestros bloques tomarán formas sólidas o serán pilas de lava que arderán ante nuestro contacto.

Al inicio podemos escoger entre uno de ocho personajes para jugar, la verdad estos no son más que unos iconos de lo más simples, no tendremos una mayor interacción con ellos y penas nos van servir para tener un referente de nuestro avance.

Para rescatar encontraríamos un buen manejo de la cámara que se consigue a través del pad analógico del Nunchuk y resulta particularmente útil para ver el bloque desde cualquier posición; este por su parte cambiará sus contornos a otro color para señalarnos que podemos quitarlo de la estructura. Y una vez con el bloque en el aire, este se trasladará automáticamente a la parte superior y ahí volveremos a tomar el control para ponerlo en el lugar “elegido”.

La única animación que tendremos en el juego aparecerá cuando la estructura caiga; en ese momento veremos una temible demolición donde los bloques caen en una representación que podemos calificar de “realista”; además dada la dificultad del juego veremos esta animación muchísimas veces a lo largo del titulo.
Jenga nos ofrece un apartado visual que no se puede calificar de aceptable en la medida en que sus diseños resultan demasiado simples y no nos ayuda en la jugabilidad; es cierto que el juego original no cuenta con un mayor derroche gráfico, pero hay juegos de puzzle donde se apela a compensar con mucho colorido y efectos de las carencias de ambientación que se puedan tener.

Al iniciar se nos permite configurar el idioma preferido entre cinco opciones; una vez elegido alguno un narrador con voz masculina o femenina, nos invitará a conocer las particularidades del juego de mesa. La narración es agradable y con buena entonación, incluso hay algo de humor cuando al ver que una estructura está a punto de caerse; en ese momento se nos advierte que salgamos de allí cuanto antes como si estuviéramos metidos dentro de dicha edificación. En este aspecto no es la gran cosa pero al menos es un agregado decente para un juego que realmente quedo muy limitado en todos los demás aspectos.
El titulo cuenta con cuatro modalidades: por un lado tenemos un modo de partida rápida, una modalidad Arcade, modo “libre” y una “gira mundial”. Desafortunadamente una vez que comenzamos a recorrerlas descubrimos que todas son prácticamente iguales con apenas algunas variaciones en los escenarios y la aplicación de “efectos en los bloques”.

La partida rápida y la libre suponen un juego de Jenga básico donde se siguen las reglas del juego de mesa, pero si lo deseamos en el modo arcade podemos optar por jugar con efectos como “terremotos” o “lava” donde las cosas se ponen más difíciles debido a que los bloques cambian de forma. El modo gira mundial supone un recorrido entre niveles de arcade y “normal” a través de diferentes parajes, lo más interesante tiene que ver con la superación de desafíos aunque dada la dificultad para lograrlo y la absurda facilidad con que el maquina lo hace vamos a querer deshacernos del juego en más de una ocasión.

La jugabilidad parece ser “intuitiva” en un principio, ya que solo basta con tomar un bloque y colocarlo más arriba a través de la ayuda del Nunchuk y del Wiimote. Lo extraño es que hay ocasiones en que el movimiento para extraer un bloque funciona sin mayor problema mientras que en otros casos nos queda la sensación de que el Wiimote se esta dañando, porque al mover el Wiimote la pieza sigue permaneciendo en su lugar, como pegada con plasticota. Y para poner las cosas todavía más desesperantes vamos a ver como el player controlado por el maquina hace su movimiento en cuestión de segundos; es en ese momento que queremos romper todo, cuando lo que queremos ver en verdad es ver como sufre nuestro rival al intentar hacer lo mismo.

Por ultimo el modo multijugador de lejos supone lo mejor que podemos encontrar en Jenga gracias a que la dificultad se compensa y resulta más gratificante jugar con un colega real y no “virtual”, desafortunadamente no se ha incorporado una modalidad online, aunque no es para sorprenderse.




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