Devil May Cry 4 continúa con el excelente camino que dejo su 3ª entrega. Con esto me refiero a que los fans de la saga tienen mucho de que esperar, pues no va a faltar la acción frenética, los jefes finales titánicos, las cadenas de combos, los diálogos desfachatados, la personalización de los protagonistas y en definitiva, todo aquello que hizo grande a la franquicia en capítulos anteriores.
Para empezar hay que decir que es un título 100% arcade, con acción a montones y por demás mejoras para el jugador que busca dominar los combos y alcanzar así puntuaciones realmente importantes. Y aun así permitiéndonos sumergirnos por completo en el argumento mediante dos personajes diferentes y totalmente contrapuestos, Nero y Dante. Cada uno con su propia historia, niveles y cinemáticas, aunque estos sean sumamente parecidos en apariencia.
Esta vez la historia arranca con los ojos de Nero. Este joven cazador de demonios asiste a una ceremonia en la que su Orden venera al legendario demonio Sparda, en ese momento Dante irrumpe en el templo y ejecuta al cabecilla de la orden. El caos se desata y tras una muy buena primera misión a modo de tutorial en la que los dos personajes se enfrentan. Dante tendrá apariciones alternas en la historia hasta que finalmente se toma control de él en misiones puntuales. Esta vez su papel será más de un actor secundario de peso que el de un protagonista a diferencia de las otras veces, mientras que la estrella principal de todo Devil May Cry 4 es sin duda sera Nero.
Por ahora voy a pasar a describir un poco a los personajes:
- Primero tenemos a Nero, el novato, con un control muy accesible, para ayudar a los que no se habían conectado anteriormente con la saga. Cuya habilidad principal es el Devil Bringer, un brazo de origen demoníaco que se materializa en él (la causa de esta habilidad es algo que él explica con la frase "sin saber porqué, mi brazo cambió") y que le confiere extraordinarios poderes: como atrapar a los enemigos a distancia y acercarlos, levantar cualquier peso, agarrarse a determinados objetos para desplazarse a gran velocidad e incluso invocar su Devil Trigger, o convertirse en medio-demonio; además de servirnos para hacer mas divertida la tarea de acabar con los enemigos a base de interminables combos.
Por si fuera poco la espada de Nero, (porq no basta con el su brazo multiuso) posee tres niveles, uno en la que su hoja desata llamaradas en su ataque. El revólver, mucho más lento que las dos pistolas automáticas de Dante, pero aun así ofrece la opción de cargar para disparar un proyectil más contundente.
- Después lo tenemos al maestro Dante, cuyo dominio será todo un reto realmente ambicioso para los inexpertos. Dante mantendrá sus cuatro estilos de lucha diferentes: Royal Guard, para el combate cuerpo a cuerpo estilo defensivo, Sword Master, que potencia el uso de la espada, Trickster y Gun Slinger, centrando en las armas de fuego. Los cuatro estilos pueden intercambiarse para maximizar resultados en los enfrentamientos. Además Dante podrá obtener tres nuevas armas: Gilgamesh, Lucifer y Pandora. La primera son unos guanteletes y botas de metal muy en la línea del Ifrit del primer título, que el combate a mano limpia. También otorga la capacidad de ejecutar golpes especiales, como cargar, golpear el suelo y desatar una pequeña explosión.
Por otra parte Lucifer es un arma para la media distancia. Está representado por una calavera con dos extremidades a modo de cuchillas que se sitúa en la espalda de Dante. Ésta permite lanzar finas espadas de energía de color rojo brillante, que explotan al cabo de unos segundos, ya sea ensartadas en el enemigo o acumuladas en el aire. A su ves sí se utiliza en modo Swordmaster, Dante puede reubicar las espadas a su alrededor formando una esfera protectora.
Por último la tenemos a Pandora. Cada vez que la empleamos, adopta una forma diferente y cada una más controvertida que la otra, por ej: batería aérea lanzamisiles, arco, bazooka, ametralladora, torreta láser, boomerang gigante e incluso, puede colocarse en el suelo, abrirla y hacer que Pandora emane un poderoso chorro de luz que engulle a los enemigos.
Por todos estos motivos el sistema de combos básico del juego ofrece por lo tanto infinitas posibilidades, y a medida que avancemos en el titulo iremos consiguiendo una nueva arma para Nero, además de nuevos movimientos por mediante del canje de almas. Esta 4ª entrega nos permite intercambiar las almas automáticamente, o bien seleccionar nosotros mismos en qué movimientos nuevos queremos invertir. Lo bueno es que si no nos quedamos satisfechos con lo adquirido, podremos cambiar el movimiento por las almas originales, pudiéndolas reinvertir en otra mejora de nuestro gusto.
Mientras que las secuencias de acción en batallas siguen siendo los puntos fuertes de Devil May Cry, los aplausos se los llevan las luchas contra los jefes finales. En esos mementos lograremos ver cómo se usaron las capacidades superiores de las nuevas consolas para crear monstruos gigantescos, llenos de detalles y efectos especiales. El diseño de estos jefes finales fue el gran acierto por parte de Capcom, requiriendo la clásica memorización de patrones, pero tampoco llegando a ser picos de dificultad o retos frustrantes.
La relación entre Nero, Dante y la orden para la que trabaja el primero, y a la que está enfrentado Dante, se nos irá explicando a lo largo del juego, aunque no tal ves hasta el punto que nos hubiese gustado. De todas formas, este nuevo personaje tiene su propia historia, y a medida que juguemos le iremos agarrando la mano.
En el apartado visual, poco puede comentarse que el juego no diga por sí mismo, bien por los vídeos que de este se lanzaron o por el demo descargable que Capcom colocó en Xbox Live y PSN durante la ultima semana de enero. La nueva generación nos ofrece el apartado gráfico ideal que necesitaba el juego, más rápido, pulido, con más detalle, efectos de luces y en definitiva, más espectacular. Los 60 frames por segundo constantes son uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la experiencia Devil May Cry en la nueva generación.
Devil May Cry 4 vuelve a ofrecernos una gran experiencia de acción salvaje, sin pausa, exigiéndonos combinar habilidades y todo tipo de combos para acabar con las innumerables oleadas de enemigos a las que nos enfrentaremos, sin contar a una serie de impresionantes jefes finales. El nuevo personaje, Nero, es todo un acierto, mientras que el viejo Dante no nos deja nada envidiar. El único problema del juego puede ser la repetición de escenarios y situaciones fruto de su diseño para dos personajes; y para algunos puede llegar a ser la ausencia de Dante en todo el titulo, mas o menos de las 20 misiones con las que contamos un 70% son para Nero y un escaso 30% para Dante.
Aun asi Devil May Cry 4 sigue siendo una compra obligada para los aficionados a los juegos de acción. No decepcionará a los seguidores de la saga, y enganchará a aquellos que nunca tuvieron el placer de hacer un High Soller y mantener a los enemigos en el aire a base de balazos.
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