domingo, 18 de noviembre de 2007

OKAMI


Okami nos sumerge de lleno en un mundo de mitología japonesa, adornado con
grandes dosis de fantasía y lirismo. Encarnaremos el papel de la diosa
Amaterasu, deidad del Sol, representada como un lobo blanco, que debe
restablecer el equilibrio natural por todo Japón de un poder maligno que
pretende acabar con la naturaleza.
El argumento y los personajes están totalmente inspirados en la mitología
popular japonesa, así pues Amaterasu, Susano, Sakura, Tsuki-Yomi, Orochi o
Kyubi son deidades propias del sintoísmo comúnmente conocidas en el país del
Sol Naciente.

A estas alturas todos sabemos que se trata de la obra distribuida por capcom
y desarrollada por Clover studios, el fantástico estudio que tenía como
cabezas visibles a Atsushi Inaba y Hideki Kamiya y que debutó con el
fantástico Viewtiful Joe. Okami es su mejor obra. O como marca la leyenda de
las grandes obras, su obra maldita. La que les ha hecho cerrar el estudio
debido a las pérdidas provocadas. No creo que venga al caso poner a parir al
mercado japonés y el americano que en mayor o menor medida lo ha ignorado en
favor de otros títulos con mayores esfuerzos de marketing como pueden ser
Kingdom Hearts II o Final Fantasy XII. Cada uno es muy libre de elegir lo
que compra. Sí creo que quizás el mercado no estuviera preparado para Okami.
O quizás la campaña de promoción no ha estado a la altura de un juego con
unos valores de producción tan altos. Es un juego bastante tradicional en su
planteamiento. Básicamente es muy parecido a la saga Legend of Zelda.

Al comienzo Amaterasu se encuentra desposeída de la mayor parte de su poder.
Para recuperarlo debe de buscar a los 13 dioses de la escritura, que
antiguamente formaban parte de ella, y volver a juntarse. De ese modo, la
diosa deberá explorar el reino celestial y el humano buscando recobrar su
antiguo poder, a la vez que se enfrenta a diferentes problemas y enemigos.

Okami sigue un esquema pueblo/calabozo que se repite con frecuencia durante
todo el desarrollo, respetando de forma más o menos clara los cánones del
género. Sin embargo la principal diferencia está en otros elementos,
accesorios, circunstanciales. En primer lugar es innegable que el estilo
gráfico utilizado rompe con todo lo visto hasta la fecha. No por usar
cel-shading, sino porque el estilo de cel-shading que usa es especialmente
cautivador. Con un estilo similar al coloreado en acuarela, Okami es un
juego que entra por los ojos y encandila. Todo esta realizado con un gusto
exquisito, desde el primer río que cruzaremos hasta la última ardilla que
alimentaremos. Personajes, constelaciones, enemigos, paisajes, océanos...
todo es de una belleza a la cual resulta difícil encontrar semejanza en un
video juego moderno. No porque sus gráficos sean más o menos meritorios,
sino por la forma de plasmar la naturaleza de una manera tan fantástica que
te deja atónito.

Otra característica que se aparta de lo convencional, ya dentro del juego,
es el pincel celestial o Celestial Brush. Ya que en el mundo de este juego,
la esencia divina se encuentra en las palabras, que es lo que da sentido a
la existencia de las cosas. El pincel celestial es una de las armas de
Amaterasu, sin duda la más temible y poderosa, ya que es la que le permite
usar sus poderes divinos, los cuales están divididos en 13 sub-poderes que
iremos ganando a lo largo de toda la hazaña. Estas habilidades van a
resultar claves para llevar acabo la aventura, ya que deberemos utilizar
unas u otras dependiendo del momento y de la situación en la que nos
encontremos. Ciertamente en concepto no difiere mucho de otros video juegos.
Sin embargo el elemento que marca la diferencia en esta ocasión reside en la
ejecución de dichos poderes, ya que para usarlos Amaterasu congela el tiempo
y con su pincel celestial traza sobre el lienzo de la existencia los poderes
que desea utilizar, lo cual abre un abanico de posibilidades ciertamente
grande y esencialmente es lo que resulta novedoso con respecto a otros video
juegos de similar desarrollo.

Por ejemplo, para llegar a una isla lejana atravesada por un río, te
encontrarás que buena parte de éste no existe, por lo que deberás de pintar
el propio río usando el pincel en el aire que va dejando tinta a su paso.
Pero este sistema no sólo funciona a nivel cosmético y de aventura, sino
también para el combate, ya que deberás de dibujar cosas a la vez que
atacas, creando combinaciones especiales

A alguno le podrá molestar el hecho de que los personajes en lugar de
hablar, murmullen. Okami debe valorarse como la obra más plena, madura y
redonda de un estudio que estaba destinado a marcar una época.
Es un video juego entretenido, expresivo, aleccionador, en ocasiones triste
y siempre de un gusto exquisito.
En fin es un juego con aires de especial, tiene unos gráficos ciertamente
muy buenos y la jugabilidad esta a la par, ya que ofrece un soplo de aire
fresco frente a otro tipo de aventuras





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