lunes, 14 de enero de 2008

Assassin’s Creed para PS3.

La primera impresión que se tiene, es que gráficamente el juego roza la perfección. Pero esto no basta para describir el empeño que lograron sus desarrolladores.

La historia tiene lugar durante la Tercera cruzada en el año de 1191. El jugador encarna el papel de Altaïr, un miembro de la secta de los Hashashin. Altaïr es un miembro de los Assassin, orden que se dedicaba durante la época de las cruzadas al asesinato selectivo de personajes relevantes para intentar asegurar la paz en Jerusalén y Tierra Santa.

Altaïr al fallar en su misión de asesinar a Robert de Sable, líder de los templarios, es degradado al rango mínimo de la orden a la que pertenece, por lo que en el juego deberá superar misiones para volver a ganarse la confianza de su líder, Sinan, y así evitar una guerra.

Para ello nuestro personaje podrá viajar a través de tres ciudades: Jerusalén, Acre, y Damasco. Estas están habitadas por mucha gente, la cual reaccionará dependiendo de cómo el jugador controle a Altaïr. Por ejemplo, si vamos caminando entre la multitud y apartamos ligeramente a alguien no se producirá ningún efecto significativo. Pero, si por el contrario, lanzamos a una persona al suelo y la asesinamos (y de paso traumas a algún transeúnte que este ahi), la multitud reaccionará uniéndose contra ti. Igualmente, si empujamos a alguien, esa persona nos devolverá el empujón. Si escalamos una pared, llamaremos la atención de la muchedumbre; pero también la de los guardias.

El protagonista podrá interactuar con el entorno escalando a los sitios más inimaginables, como edificios, balcones, muros, que les servirán para escapar de la gente. Lo mejor de todo es poder vagar libremente, pudiendo interactuar con los impresionantes escenarios que aparecen.

Al empezar, como es de esperarse, deberemos de realizar un tutorial realmente útil debido a la cantidad de situaciones en las que nos encontraremos inmersos durante el juego, y que realmente diría que es necesario hacerlo.

Las primeras misiones que se nos encomiendan están básicamente orientadas a practicar todas las posibilidades de nuestro personaje, como el control de las armas, los saltos y demás acrobacias, ocultarnos entre la gente, robar (no como nosotros, pero casi), abrirte paso entre la multitud, e incluso sentarnos en algún banco a escuchar los diálogos de la gente.

Puede ser que al principio el control parezca algo complejo, pero la combinación de botones está muy bien resuelta, y al cabo de un tiempo se vuelve intuitiva. Acciones como escalar muros, saltar de techo en techo o cruzar un tronco suspendido a gran altura se vuelven tareas sencillas de realizar, nada menos de esperarse de la compañía responsable de los “Prince of Persia”.

Por otro lado los enfrentamientos cuerpo a cuerpo también se volverán algo natural al jugar, consistiendo en atacar y defendernos (como cualquier video juego en 3 persona), pero estratégicos al mismo tiempo, dejando a nuestra elección posibilidades múltiples como “Me hago el loco a ver si no me ven” o “Mi espada es más larga que la tuya”.



Visualmente es un autentico orgasmo gráfico (Sí, existen), quedarte observando desde la altura toda la ciudad, o detenerte a la entrada de un castillo para admirar sus torreones y magnífica arquitectura, mientras ves como el paso de las nubes afecta de forma magistral toda la iluminación de la escena, o como de repente una masa de gente te engulle en mitad de un callejón. Oviendo las cosas chanchas que después suceden.

Assassin’s Creed deja una impresión bastante buena de entrada, lo calificaría como uno de los mejores título ya disponibles para PS3.




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