Los Sims: Náufragos parte como la primera aventura fuera de la tranquilidad de sus hogares y de sus ciudades donde todo es comodidad. La historia comienza tras un inesperado naufragio durante una fiesta marítima. Después de una tormenta que lanzará a todos los tripulantes por la borda, despertaremos en una isla desierta, solos y completamente desvalidos. A partir de ese momento, nuestra misión será la de prosperar poco a poco, mejorando nuestra calidad de vida mientras que reunimos a nuestros compañeros y hasta que consigamos escapar todos juntos de la isla.
EA nos propone vivir una experiencia individual o comunitaria; según sea nuestra elección; en una isla desierta, una vez que hayamos escogido la apariencia de nuestro náufrago y sus tripulantes: tipo y color del pelo, indumentaria, físico, tono de piel y todo tipo de accesorios. También deberemos seleccionar la profesión entre ellos: guardabosques, profesor, chef, mecánico, ejecutivo, doctor, músico, etc; del personaje al que además agregaremos algunos rasgos de personalidad, que a su ves puede ser determinado por el mismo juego si asi lo deseamos. Cuando lo tengamos todo listo habrá llegado el momento de meter a nuestro Sim en un navío que acabara a una tormenta.
Al despertar nos encontraremos en una isla desconocida que tendremos que explorará para intentar hallar el camino de vuelta a la civilización. Desde una perspectiva en tercera persona que nos permitirá ver desde cerca los movimientos del Sim que manejaremos gracias al control analógico, con una libertad que se unirá a unos menús de acción que nos invitarán a: recoger fruta para comer, conseguir materiales para fabricar herramientas y mobiliario, explorar nuevas zonas, y relacionarnos con el entorno. Se transformaran a partir de ese momento en nuestra principal misión durante el tiempo que dure la aventura.
Construiremos un refugio, nos haremos nuestra propia ropa, cocinaremos pescado, tomaremos “leche de Cristian edición coco”, comeremos bananas, fabricar un navío para viajar a las islas cercanas y porque no hacernos amigos de los monos o construir algunos amigos de arena. Prácticamente, se nos permitirá realizar todas las actividades propias de un náufrago que verá el fluir del día y de la noche. Pero no será tan sencillo como pasar las horas sin hacer nada. Nuestro Sim volverá a tener necesidades varias que seguirán obligándonos a realizar ciertas acciones para que él mantenga cuerdo y contento.
Además, al avanzar en el juego, deberemos descubrir las diferentes regiones de la isla, algo que conseguiremos fácilmente si vamos completando cada uno de los objetivos que nos plantearán los libros de supervivencia, que son una especia de tutoriales que se encuentran esparcidos por la isla. Y una vez llegado al nivel máximo, y visitadas todas las islas cercanas, podremos abandonar el islote, aunque siempre será decisión nuestra si queremos regresar a la civilización, o si preferimos quedarnos en nuestro particular paraíso confeccionado por nosotros y rodeados de monos.
Sin embargo el apartado visual no es tan bueno, consideremos que es multiplataforma, con algunas ralentizaciones y unos gráficos muy funcionales que no destacan por unos modelados detallados y unas variadas animaciones. Otro punto negativo es que al deambular durante horas por la isla el único acompañamiento acústico será de las olas del mar y el grito de los monos, que seria lo idóneo pero muchas veces no deseado por todos los jugadores. A pesar de todo, se sigue manteniendo la esencia de la saga y es muy posible que los antiguos seguidores de los Sims queden muy satisfechos con la nueva apuesta de EA. Los Sims son ahora más aventureros, más manejables que antes y menos exigentes con sus necesidades.
Con respecto al control, los menús para gestionar todos estos aspectos son de lo más intuitivos y sencillos. Al acercarnos a un objeto veremos las diferentes posibilidades que tenemos a la hora de interactuar con el, siendo la mayoría de veces las opciones “guardar” y “comer” las más utilizadas. Sin lugar a duda el nuevo título de EA está lleno de unas sorpresas que nos harán vivir una experiencia fuera del ambiente urbano.
El naufragio de los Sims nos trae un nuevo video juego que, además de adoptar una perspectiva más cercana a la aventura, nos invita a probar lo que se siente cuando nos encontramos en una isla perdida sin más recursos que los que nos otorgan nuestra propia inteligencia. Es recomendable para los seguidores de la franquicia y probablemente también para aquellos que terminaban abrumados por la presión de las anteriores entregas. Sin embargo, si sos de los que se ven capaces de pasar media tarde entera hablando y abrazando a un mono para ganarse su amistad, no descartaría por nada este juego.
Los Sims: Náufragos parte como la primera aventura fuera de la tranquilidad de sus hogares y de sus ciudades donde todo es comodidad. La historia comienza tras un inesperado naufragio durante una fiesta marítima. Después de una tormenta que lanzará a todos los tripulantes por la borda, despertaremos en una isla desierta, solos y completamente desvalidos. A partir de ese momento, nuestra misión será la de prosperar poco a poco, mejorando nuestra calidad de vida mientras que reunimos a nuestros compañeros y hasta que consigamos escapar todos juntos de la isla.
Al despertar nos encontraremos en una isla desconocida que tendremos que explorará para intentar hallar el camino de vuelta a la civilización. Desde una perspectiva en tercera persona que nos permitirá ver desde cerca los movimientos del Sim que manejaremos gracias al control analógico, con una libertad que se unirá a unos menús de acción que nos invitarán a: recoger fruta para comer, conseguir materiales para fabricar herramientas y mobiliario, explorar nuevas zonas, y relacionarnos con el entorno. Se transformaran a partir de ese momento en nuestra principal misión durante el tiempo que dure la aventura.
Construiremos un refugio, nos haremos nuestra propia ropa, cocinaremos pescado, tomaremos “leche de Cristian edición coco”, comeremos bananas, fabricar un navío para viajar a las islas cercanas y porque no hacernos amigos de los monos o construir algunos amigos de arena. Prácticamente, se nos permitirá realizar todas las actividades propias de un náufrago que verá el fluir del día y de la noche. Pero no será tan sencillo como pasar las horas sin hacer nada. Nuestro Sim volverá a tener necesidades varias que seguirán obligándonos a realizar ciertas acciones para que él mantenga cuerdo y contento.
Además, al avanzar en el juego, deberemos descubrir las diferentes regiones de la isla, algo que conseguiremos fácilmente si vamos completando cada uno de los objetivos que nos plantearán los libros de supervivencia, que son una especia de tutoriales que se encuentran esparcidos por la isla. Y una vez llegado al nivel máximo, y visitadas todas las islas cercanas, podremos abandonar el islote, aunque siempre será decisión nuestra si queremos regresar a la civilización, o si preferimos quedarnos en nuestro particular paraíso confeccionado por nosotros y rodeados de monos.
Sin embargo el apartado visual no es tan bueno, consideremos que es multiplataforma, con algunas ralentizaciones y unos gráficos muy funcionales que no destacan por unos modelados detallados y unas variadas animaciones. Otro punto negativo es que al deambular durante horas por la isla el único acompañamiento acústico será de las olas del mar y el grito de los monos, que seria lo idóneo pero muchas veces no deseado por todos los jugadores. A pesar de todo, se sigue manteniendo la esencia de la saga y es muy posible que los antiguos seguidores de los Sims queden muy satisfechos con la nueva apuesta de EA. Los Sims son ahora más aventureros, más manejables que antes y menos exigentes con sus necesidades.
Con respecto al control, los menús para gestionar todos estos aspectos son de lo más intuitivos y sencillos. Al acercarnos a un objeto veremos las diferentes posibilidades que tenemos a la hora de interactuar con el, siendo la mayoría de veces las opciones “guardar” y “comer” las más utilizadas. Sin lugar a duda el nuevo título de EA está lleno de unas sorpresas que nos harán vivir una experiencia fuera del ambiente urbano.
El naufragio de los Sims nos trae un nuevo video juego que, además de adoptar una perspectiva más cercana a la aventura, nos invita a probar lo que se siente cuando nos encontramos en una isla perdida sin más recursos que los que nos otorgan nuestra propia inteligencia. Es recomendable para los seguidores de la franquicia y probablemente también para aquellos que terminaban abrumados por la presión de las anteriores entregas. Sin embargo, si sos de los que se ven capaces de pasar media tarde entera hablando y abrazando a un mono para ganarse su amistad, no descartaría por nada este juego.
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